El primer ministro del Reino Unido y Premio Nobel de Literatura Winston Churchill, el inventor Thomas Edison o el rebelde escritor George Orwell son algunos personajes históricos que decidieron decorar su cuerpo con tatuajes. Aunque los orígenes del arte del tatuaje son poco claros, se tiene constancia de una momia tatuada del siglo II a. C. y de mujeres con pigmentos decorativos en el tórax y las mamas en distintas pinturas rupestres halladas.

Por su originalidad y extravagancia, los tatuajes más conocidos son los decorativos, pero existen otros tipos de tatuajes: los traumáticos (consecuencia de explosiones o accidentes), los iatrogénicos (marcajes cutáneos) o los cosméticos (como el perfilado de cejas o el contorno de labios). En la actualidad, la eliminación de los tatuajes es también una demanda in crescendo entre la población, especialmente por motivos sociales, laborales o estéticos.

Gracias a la investigación y los avances médicos, se ha experimentado un salto cualitativo muy importante en los tratamientos para eliminar estos dibujos. Muy lejos quedan las técnicas rudimentarias utilizadas antiguamente como la salabrasión, que consistía en la destrucción de los tejidos mediante la aplicación de sal sobre la zona tatuada, o bien la destrucción química, que es la aplicación de sustancias que destruyen el tejido con pigmento. Actualmente los láseres Q-switched son los más extendidos para eliminar los tatuajes, ya que su pulso muy corto y de alta intensidad permiten eliminar los pigmentos que forman el tatuaje sin afectar los tejidos circundantes.

El tratamiento se suele dividir en sesiones, que variarán en número en función del tipo de tatuaje, su tamaño, la densidad y la profundidad que presente el pigmento, la antigüedad del tatuaje, el fototipo del paciente así como la localización anatómica. En líneas generales, los tatuajes traumáticos son los que requieren menos sesiones, pues suelen afectar a la capa más externa de la piel y son monocromáticos. En cambio, los tatuajes decorativos suelen tener mayor contenido pigmentario y en muchas ocasiones son multicolores, hecho que requiere más sesiones para obtener unos resultados satisfactorios de eliminación del tatuaje.

La doctora Montserrat Serra, jefe del Servicio del centro LaserMèdic de Barcelona, destaca la importancia de acudir a centros médicos homologados para someterse a un tratamiento para eliminar los tatuajes, ya que "la ausencia de un equipo técnico y una formación adecuados puede incrementar los efectos secundarios y las lesiones derivadas durante el tratamiento". De la misma forma, en la visita médica previa al inicio del tratamiento se determinará el tipo de tratamiento adaptado a las necesidades del paciente.









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