Con la llegada oficial del verano el pasado 21 de junio, una apropiada protección de la piel frente a las agresiones de la exposición solar se hace más importante que nunca. La aplicación de crema solar con un alto factor de protección antes de salir a tomar el sol es un paso imprescindible de este hábito de protección, pero por sí mismo no es suficiente para evitar la aparición del cáncer de piel, según han demostrado unos recientes estudios.

El informe ha sido presentado por la Universidad de Manchester y el Instituto de Investigación del Cáncer de Londres, y estudia en profundidad los efectos de los rayos UV a nivel molecular y cómo se desarrolla el melanoma. Según la Dra. Julie Sharp, del Cancer Research UK, uno de los grupos que aportó financiación al estudio, mucha gente se cree invencible una vez se ha embadurnado de crema solar y acaba pasando más horas bajo el sol, aumentando en realidad su riesgo de padecer problemas de piel.

Según los datos del informe, la crema solar permite protegerse de quemaduras y otras consecuencias a corto plazo, además de retardar la posible aparición del cáncer, pero incluso aquellas con factor de protección más alto (SPF 50), no ofrecen una barrera completa contra los efectos a largo plazo, que dañan el ADN celular y provocan la aparición del melanoma.

La utilización de crema protectora solar sigue siendo de vital importancia para exponerse a los rayos UV, pero debe ir acompañada de otros hábitos de seguridad que garanticen una protección completa, empezando por evitar la exposición en las horas más fuertes de radiación, utilizando barreras físicas (sombreros y ropa), y manteniéndose hidratados por entro y por fuera, entre otros.

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