Ya sabemos que el paso tiempo actúa directamente en el envejecimiento del tejido muscular, entre otros factores. Ahora un estudio ha determinado, con ratones, que se puede revertir esta pérdida de resistencia de masa muscular relacionada con la edad con un componente que reactiva unas proteínas vinculadas a la longevidad, las sirtuínas.

Este compuesto promueve el crecimiento de vasos sanguíneos y músculos. Si fuera aplicable en los humanos, la restauración de masa muscular podría ayudar a combatir algunos de los efectos de la debilidad física, típica de la vejez.

El efecto ejercido por los precursores que elevan los niveles de NAD sirve para contrarrestar el declive que sucede durante el envejecimiento normal.

Para realizar esta investigación, los científicos eliminaron en células endoteliales de ratones el gen para la SIRT1. Se dieron cuenta que los ratones, con el tiempo, habían sufrido una importante reducción de la densidad. Luego, en el estudio, aumentaron los niveles de sirtuína en ratones normales a medida que envejecían.

La densidad capilar de los ratones se había restaurado a los niveles de ratones jóvenes, y se aumentó la resistencia al cansancio físico. Concluyeron que el efecto ejercido por los precursores que elevan los niveles de NAD sirve para contrarrestar el declive que sucede durante el envejecimiento normal.









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