¿La piel de tu cliente es fina, está irritada, sensible o sensibilizada? ¿Está deshidratada o tiene rastros de eczema? ¿Cómo diferencias entre la piel realmente sensible y una epidermis atacada por un tratamiento para el acné del que tu cliente no te habló? Cualquiera que sea la razón de esta sensibilidad, debes proceder con precaución... O no intervenir en absoluto. Si es que vas a realizar un servicio de depilación tradicional con cera.

El término piel sensible se utiliza a menudo incorrectamente. Por eso, y para empezar, vamos a descubrir más acerca de la misma.

Tipos de piel y afecciones de la piel

Se trata de no confundir el tipo de piel y las condiciones de la piel, que según circunstancias pueden ser unas u otras.

Hay tres tipos de piel: normal, seca y grasa. La piel mixta es una combinación de ambas, generalmente mejillas secas con grandes áreas, como la frente, la nariz y la barbilla con esta condición y el resto, normal.

Las afecciones de la piel, por otro lado, indican su estado general e incluyen trastornos como acné, deshidratación, hiperpigmentación, flacidez debido a la edad, rosácea y piel sensible. Todos los tipos de piel pueden tener acné, ya que todos los tipos de piel pueden ser sensibles. La sensibilidad es una afección, no un tipo de piel. El tipo de piel depende de nuestros genes.

Estas afecciones pueden ser causadas por razones internas como dieta, cambio hormonal o medicamentos. Las causas externas no ayudan a evitar la piel sensible, sino todo lo contrario: la exposición al sol, la contaminación o el uso de cosméticos inapropiados, como los exfoliantes demasiado frecuentes, empeoran sus condiciones.

Cuidado con los activos cosméticos si nos enfrentamos a una piel sensible

De hecho, algunos cosméticos tienen propiedades exfoliantes, perfectas para el acné, la reducción de líneas finas y la hiperpigmentación. Pero su uso regular afina la piel y la hace más sensible a la depilación. Determinados ingredientes, como el ácido salicílico, el ácido glicólico, el retinol o la vitamina C, son incluso contraindicados en estos casos para la depilación.

La concentración de los productos utilizados debe tenerse simplemente en cuenta. La mayoría de las veces, simplemente con dejar de aplicarse un cosmético 48 horas antes de la depilación, basta para evitar engorrosas complicaciones. Si el cliente o clienta, por ejemplo, está usando un producto altamente concentrado para determinado fin, lo mejor es que evite hacer uso del mismo ocho días antes de su cita para depilación.

También hay casos más extremos, como es el estar tomando isotretinoína, nada aconsejado antes de una depilación, mejor evitarlo. Porque este retinoide, que puede ser ingerido o aplicado localmente como un gel, prescrito en casos de acné severo, está contraindicado con los servicios de depilación.

5 pasos para una depilación de éxito

Como tú bien sabes, abordar una piel sensible, en ningún caso es fácil. Algunos signos externos pueden alertarnos: enrojecimiento, capilares aparentes (principalmente en las mejillas), piel seca, pequeños granos rojos..., son todos indicadores a tener en cuenta.

PRIMER PASO.
Por eso lo mejor es hacer un formulario para enviar sistemáticamente a los clientes en caso de una primera cita e identificar una piel sensible:

1) ¿Toma medicamentos? Si es así, ¿cuáles?
2) ¿Está en tratamiento para el acné?
3) ¿Utiliza productos que contengan ácido salicílico, ácido glicólico o retinols?
4) ¿Alguna vez ha tomado isotretinoína?
5) ¿Cuánta agua bebe al día?
6) ¿Siente episodios de calor al ingerir alcohol?

SEGUNDO PASO.
Leer y comentar las respuestas con el cliente, para tener aún una idea más precisa del estado de su piel. Con los resultados de esta consulta y un examen cuidadoso bajo una lámpara-lupa, seremos capaces así de detectar contraindicaciones. La sensibilidad de una piel no es una contraindicación en sí misma, pero la piel irritada, el eczema y los medicamentos, sí lo son.

Abordar una piel sensible, en ningún caso es fácil. Algunos signos externos pueden alertarnos: enrojecimiento, capilares aparentes (principalmente en las mejillas), piel seca, pequeños granos rojos..., son todos indicadores a tener en cuenta.

TERCER PASO.
Elige una cera que se adhiera al vello, no a la piel. Del mismo modo, opta por una cera hipoalergénica, desprovista de colofano y sin fragancia, lo que reducirá el riesgo de reacciones cutáneas. Mediante el uso de cera de calidad, serás capaz de trabajar a temperaturas más bajas, lo que es más cómodo para el cliente. Ahora hay ceras en el mercado diseñadas para pieles sensibles.

CUARTO PASO.
Prepara la piel: limpiar y aplicar un poco de aceite antes de extender la cera. Fortalecerás la barrera de la piel. Retira la cera enfriada suavemente, pero rápidamente, ya lo sabes.

QUINTO PASO.
Por último, elige un buen tratamiento posdepilación para calmar la epidermis. Mejor productos a base de aloe vera, una planta especialmente apreciada por sus propiedades suavizantes. Ideal tras la depilación a cera.









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