Con un dato abrumador, el 88% de los cuidadores en España son mujeres de mediana edad y como consecuencia de su día a día, están sometidas a una presión psicológica que les impide tenerse en cuenta. Se descuidan, se desatienden a sí mismas, se relacionan poco o nada y aparcan su proyecto vital durante meses e incluso años.

En Ángela Navarro, especialmente con su Fundación, del mismo nombre, "llevamos muchos años fomentando el autocuidado estético en pacientes oncológicos, por eso hemos querido ir más allá pensando en el entorno de estas personas que están pasando por uno de los momentos más delicados de sus vidas".

Poco se habla de los cuidadores, casi siempre familiares cercanos como madres, hermanas o hijas. Por eso, Ángela Navarro decidió hacer coincidir con el Día de la Madre una jornada muy especial para recordar a los cuidadores la importancia de hacerse visibles y volver a creer en el espejo.

Fuerzas unidas, Ángela Navarro y Fundación Aladina

La Fundación Aladina, en especial Lorena Díez, su directora de Hospitales, "ha sido nuestro ángel de la guarda", cuenta la famosa profesional, "poniéndonos en contacto con dos personas muy particulares: Manar Chfirat, sobreviviente de linfoma linfoblástico, y su madre, su cuidadora incondicional, Nabila Laaroussi".

"Tras conocer su emotiva historia -dice ángela-, decidimos poner en marcha una jornada para que Nabila pasara un día alejada de pruebas médicas, resultados, medicación y tratamientos y pudiera volver a sentir el placer de ser cuidada, soñar con la imagen que siempre tuvo frente al espejo y dejarse mimar para también y a su vez, regalar una jornada de alegría a su hija Manar".

Ángela Navarro decidió hacer coincidir con el Día de la Madre una jornada muy especial para recordar a los cuidadores la importancia de hacerse visibles y volver a creer en el espejo.

Sin duda un día muy especial. "A primera hora de la mañana, la acompañamos a la boutique de Dolores Promesas, donde rápidamente su ilusión se posó en un vestido camisero largo de color arena. Tras el fiting, nos encaminamos hacia el salón de Ángela Navarro. Allí, la propia Ángela diseñó una propuesta de cambio de imagen con color y corte de cabello que hizo a Nabila reencontrarse con ella misma como tiempo atrás no lo hacía".

Después de un diseño de cejas, maquillaje y peinado, ya estaba todo a punto para que Manar, su hija, a la que Nabila cuida con dedicación absoluta, llegara a buscarla hasta el nuevo salón de Ángela Navarro. El esperado reencuentro se fundió en un abrazo de admiración mutua y agradecimiento.

"Una acción de la que no podemos sentirnos más satisfechas", dice Ángela. "¿Si repetiremos? ¡Seguro!".









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