La cosmética ecológica mueve en España 30 millones de euros, una cifra que a priori pudiera parecer representativa pero que es baja con respecto a otros países europeos, caso de Alemania que factura por ventas de este tipo de productos 526 millones de euros.

El reto de la industria

La cosmética ecológica certificada se está abriendo un hueco cada vez más grande en el mercado. A pesar que para nuestro país, aumentar las ventas y crear cultura de cosmética ecológica, sea un reto, la adquisición en general de cosmética natural alcanza 800 millones de euros. De este global, un 3,75% se lo debe a los productos ecológicos (30 millones de euros), según datos recogidos por un estudio realizado por L'Oréal.

Los usuarios buscan cosmética ecológica porque sus fórmulas han eliminado las sustancias químicas como los parabenos, perfumes sintéticos y colorantes.

Sin embargo, dicha cifra y en nuestro caso, está aún muy por debajo de las ventas en los mercados europeos más potentes. Alemania mueve 526 millones, a quien le sigue Francia con 387 millones; Italia, con 121 millones y Reino Unido, con 151 millones.

Un ránking que nos posiciona a la cola y que concluye la necesidad y objetivo de este mercado, la cosmética ecológica certificada que a nivel mundial es ya una nueva y segura tendencia de mercado.

Diferencias entre natural y ecológico certificado

No obstante, y para empezar esta carrera por el triunfo de lo 'green', ecológico y certificado, lo primero es saber muy bien de qué estamos hablando.

La pregunta para la mayoría en general y para el consumidor en particular es ¿en qué se diferencian lo productos ecológicos, también llamados biológicos u orgánicos de los naturales?

La respuesta es sencilla, un producto ecológico siempre debe contar con una certificación que lo garantice, mientras que un cosmético de origen natural no tiene por qué.

Así, hemos de tener y dejar claro que un cosmético natural que desee tener el reconocimiento de la denominación eco debe contar con un 95% de ingredientes procedentes de agricultura ecológica. A esto debemos añadirle que todo el proceso ha de estar basado en el respeto el medio ambiente. Estos aspectos, junto con algunos más, hacen que el producto pueda aspirar a conseguir un sello de cosmética natural.

Los usuarios buscan cosmética ecológica porque sus fórmulas han eliminado las sustancias químicas como los parabenos, perfumes sintéticos y colorantes. Características que hacen que los cosméticos naturales respeten la piel y aún más cuando ésta sufre algún tipo de problema como la dermatitis, alergias o piel sensible. Por ello, la cosmética ecológica está indicada para todo tipo de pieles y en general presentan una mayor tolerancia.

Hasta ahora, en España, la cosmética ecológica certificada parece estar dirigida precisamente a estos consumidores, personas con determinadas alteraciones de la piel que huyen de cualquier agente químico. Sin embargo, el beneficio de este nicho cosmético es tanto, no tan solo para el usuario sino para el planeta, que en España, ésta es en verdad, una asignatura pendiente por la que merece la pena invertir y apostar.









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