"Conócete, acéptate, supérate".
Agustín de Hipona, más conocido como
San Agustín; téologo y obispo,
es uno de los cuatro Padres de la
Iglesia de Rito Latino (354-430).


De la misma forma que una persona para avanzar y perfeccionarse necesita saber cuales son sus puntos débiles y fuertes, en una empresa y, sobre todo como las que abundan en nuestros sector que son de tamaño pequeño, es recomendable realizar una autoevaluación constante.

Hacer un análisis crítico y constructivo en todas y cada una de las facetas de nuestro negocio nos permitirá saber dónde flaqueamos y en qué podemos mejorar. Repasar los cálculos de costes, precios de ventas, sistemas de compra, negociación con los proveedores, tareas y puestos de trabajo, cuentas bancarias, créditos y capital circulante, rentabilidad del sistema, atención a nuestros clientes desde el primer momento que entran por nuestro salón, productos y servicios que ofrecemos, análisis del perfil de nuestra clientela, etc...

La autoevaluación consiste en promover el análisis necesario para tomar conciencia de los intereses fundamentales de la empresa (finalidad, misión, qué busca, qué le conviene), y de los objetivos estratégicos que satisfacen esos intereses. Conocerse es saludable.

» Participa en la encuesta que hemos confeccionado sobre este tema. « Vota aquí








Recomendamos