El ejercicio es fundamental para tener un sistema óseo fuerte y sano. Los huesos son tejidos vivos que, como los músculos, se fortalecen con el ejercicio. La actividad física provoca la contracción muscular que favorece el depósito de calcio en el hueso y mejora la circulación sanguínea, lo que aporta más nutrientes al hueso.

Para la experta Inma Blanquer, directora del Centro Assari, especialista en terapias de salud y bienestar, "la mejor manera de prevenir fracturas óseas es empezar a hacer deporte en la adolescencia, y está demostrado que, mediante ejercicios específicos con pesas, se puede aumentar la densidad ósea en las personas mayores y prevenir la fragilidad de un hueso con síntomas de osteoporosis".

Explica Inma Blanquer que debemos entrenar la salud ósea a todas las edades porque los huesos nos dan soporte y nos permiten movernos, además de ser la protección de los órganos internos. La mayoría de las personas alcanzan el punto máximo de densidad ósea entre los 20 y los 30 años de edad, cuando es habitual hacer deporte con regularidad, o simplemente el nivel de actividad es alto por el nivel de energía y eso incide en la fortaleza del esqueleto.

Los mejores ejercicios para los huesos

Resistencia: son los que deben soportar el peso del cuerpo, aumentando su capacidad de absorción del calcio, incrementando la regeneración celular y manteniendo una buena masa ósea. Con ejercicios como pesas, cables y poleas, pilates, yoga y ejercicios pliométricos.

Fuerza: ayudan porque hacen trabajar al músculo y por tanto al hueso. Ejercicios como planchas, flexiones, push-ups, sentadillas, zancadas o burpees.

Debemos seguir una dieta nutritiva y completa, es decir, una dieta equilibrada y rica en calcio y vitamina D, importante porque ayuda al aparato digestivo a absorber el calcio obtenido en la dieta y a la mineralización ósea.

Impacto: combina la resistencia de la gravedad con el esfuerzo aeróbico y el impacto constante. Con ejercicios como correr, saltar a la comba, bailar, futbol, baloncesto o juegos de raqueta.

Ello sumado a una alimentación equilibrada y saludable es fundamental y tomar el sol durante veinte minutos para la absorción de la vitamina D.

Debemos seguir una dieta nutritiva y completa, es decir, una dieta equilibrada y rica en calcio y vitamina D, importante porque ayuda al aparato digestivo a absorber el calcio obtenido en la dieta y a la mineralización ósea.
La experta también nombra la vitamina K que podemos encontrarla en vegetales de hoja verde. Además, nunca debemos mantenernos inactivos por largos periodos de tiempo, y es muy recomendable reducir el consumo del tabaco, el alcohol y ciertas medicaciones.









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