Las claves mentales para afrontar con éxito la operación bikini son muy importantes. El impacto de los pensamientos originados en nuestra mente influye directamente no sólo en cómo nos vemos, sino también en cómo queremos definir nuestra figura.

La fuerza de voluntad es fundamental, pero hay otros aspecto mentales que se deben trabajar antes, durante y después de haber logrado nuestros objetivos.

Antes de comenzar

Una dieta estricta de adelgazamiento supone una exigencia que viaja mucho más allá del propio estómago y que afectará desde a los ingredientes de nuestro recetario, hasta nuestros horarios y rutinas, el seguimiento del programa y las cantidades que sirvamos en la mesa.

Nada puede modificarse de la noche a la mañana y, mucho menos, desacostumbrarse a unos hábitos para acostumbrarse a otros de forma inminente. "El éxito o fracaso depende de la urgencia o reflexión sobre lo que realmente necesitamos", explica Carlos Antonio Rodríguez Méndez, responsable del área de Psicología y Mindfulness de Slow Life House.

Conseguir el aspecto deseado supone poner sobre la mesa nuestra fuerza de voluntad para evaluarla y aceptar hasta dónde estamos dispuestos a llegar. Siempre y cuando no pongas en peligro tu salud, tu esfuerzo definirá los kilos que más adelante nos dirán adiós.

Durante la dieta

"Por lo general, los programas rápidos y 'milagrosos' de bajada de peso suponen cambios muy estrictos de nuestros hábitos alimentarios, sin tener en cuenta las consecuencias para la salud. Estas dietas pueden provocarnos alteraciones físicas y psíquicas tales como irritabilidad, cansancio, tristeza, apatía, dolores de cabeza y dificultades en el sueño", explica el profesional.

Muchos estudios se contradicen sobre las consecuencias psicosociales de estas dietas exprés, asegurando que en algunos casos se obtienen beneficios instantáneos derivados de la mejora de la imagen, mientras otros critican la ansiedad y depresión que se provoca.

Una vez logrado el objetivo

Este es quizá el momento de mayor importancia de nuestro programa nutricional y mental. "Alcanzar nuestro peso ideal y la figura que deseábamos no es el final, ni mucho menos, del camino. Es ahora cuando mayor conciencia debes tomar para evitar retroceder sobre tus pasos, relajándote tras alcanzar la cima de la montaña", comenta el profesional del centro.

Para esto propone practicar el slow eating, el término que hace referencia a un movimiento internacional denominado slow life, que propone aprovechar cada momento del día siendo plenamente conscientes de cada acción que realizamos. Según el psicólogo, promover esta filosofía por el gusto por la gastronomía y el cuidado de los alimentos nos ayudará a fijar unos hábitos que ya hemos experimentado durante nuestra dieta.









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