Aunque el color de la mirada es algo que se define nada más nacer, muchas personas, no contentas con el tono de ojos que les ha tocado, deciden cambiarlo gracias a determinadas técnicas y a una nueva moda que parece que va a más.

Esta nueva tendencia se realiza con diversas técnicas, desde las cirugías correctivas a los dispositivos láser, o bien con implantes plásticos. Ahora bien, algunas de estas prácticas no acaban de estar probadas científicamente, por lo que siempre es mejor acudir a clínicas especializadas e informarse antes de sus tratamientos y consecuencias.

Para cambiar el color de los ojos también se habla de la técnica de la queratopigmentación, que se basa en colorear con tintas la córnea. Es menos invasiva que el láser o los ya citados implantes de silicona. Algunas excentricidades dentro de esta práctica son los ojos dorados o fucsias, o bien los azules intensos, que son algunos de los colores más demandados.

El cambio de color a través de cirugía es un tipo de técnica algo más segura, pero no por ello queda exenta de riesgos, al poder aparecer infecciones o inflamaciones. Algunas personas, incluso viajan a diversos países, como la India, para poder tener un nuevo color de ojos, al ofrecerse diversas aplicaciones que están prohibidas en otros países.

Ciertos especialistas no ven con buenos ojos tales técnicas, a pesar de la demanda, e insisten en que las lentillas de colores son la forma más segura de cambiar el color de los ojos en la actualidad.









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