Últimamente se habla mucho sobre la Bambuterapia como técnica de belleza en los salones de estética. Son, de hecho, muchos y variados los beneficios que ofrece. Es un tratamiento muy apreciado en la actualidad por los buenos resultados que proporciona a la hora de combatir la celulitis. A través de los movimientos con las cañas de bambú se reduce la grasa localizada en zonas como muslos o glúteos.

Nueva Visión, en concreto Pilar Álvarez Palmeiro, nos da todas las claves acerca de dicha técnica, la Bambuterapia. Con Nueva Visión también podéis aprender el tratamiento completo mediante formación on-line, de la mano de Noelia Lara Morales, profesora de la firma.

¿Qué beneficios tiene el bambú?

El bambú se ha utilizado a través de la historia no solo por la fuerza del material, sino también por ser muy respetuoso con el medio ambiente. Es una planta ecológica y multifuncional. El color de la madera es verde cuando se corta y de amarillo a marrón cuando se seca.

De forma natural, crece en todos los continentes excepto en Europa y la Antártica. Las zonas más importantes son el sudeste asiático y América del sur, y en menor porcentaje África y Oceanía. Las regiones donde más abunda son las zonas tropicales y subtropicales.

Es elástico y liviano, pero presenta una relación fuerza-peso mayor que el acero. Además, es uno de los materiales más flexibles. Debido a que sólo tarda de tres a cinco años en alcanzar la madurez, se le considera un material sostenible para cualquier tipo de estructura.

¿Qué es el masaje con bambú? Características de la bambuterapia

Ahora que conocemos más al bambú, volvemos a la terapia.

El masaje con bambú estimula la circulación sanguínea, de forma que mejora el retorno venoso y alivia los síntomas del síndrome de piernas cansadas. También favorece la nutrición y oxigenación de los tejidos, y mejora la elasticidad de la piel.

Durante el masaje, además de relajar y tonificar, también se moldean los tejidos corporales. La sensación de bienestar tras la sesión de bambuterapia es fantástica. Mientras el profesional aplica las cañas de bambú, el cuerpo libera serotonina, aliviando así el dolor y la tensión, lo que se traduce en un estado de relajación absoluta.

A todo esto hay que sumar que estimula la circulación sanguínea, de forma que mejora el retorno venoso y alivia los síntomas del síndrome de piernas cansadas. También favorece la nutrición y oxigenación de los tejidos, y mejora la elasticidad de la piel. Del mismo modo que el resto de tratamientos estéticos, son necesarias varias sesiones para ver los resultados deseados.

Por todo ello, es un perfecto aliado en cabina, sobre todo ahora que comienza el calor y queremos ponernos en forma para lucir tipazo en playas y piscinas. No requiere una inversión en materiales descomunal (un simple kit de 8 cañas de bambú) y produce óptimos resultados.









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