"La ciencia es la progresiva
aproximación del hombre al mundo real".

Max Planck, físico alemán (1858-1947).

No todo está inventado en el campo de la cosmética. De hecho, los avances científicos siguen su curso para dar con sistemas que frenen el paso del tiempo en nuestra piel y reducir ciertas enfermedades de tipo alérgico.

Una de las últimas novedades en este campo es el desarrollo de una piel artificial que se adapta a la capa de nuestra piel e imita los mecanismos de una piel joven, reduciendo la apariencia de las arrugas. Un avance que podría marcar un antes y un después en el sector de la cosmética y que retrasaría, de manera significativa, aquellos signos mostrados por la edad.

Se trata de un polímero de silicona que se adhiere a la piel y es elástico, transparente, y tiene una larga duración. Y que, según los científicos del Instituto Tecnológico de Masachussets, MIT, que lo han desarrollado, además de su comodidad en adaptarse a la piel, también alivia síntomas de enfermedades cutáneas como la psoriasis o los eccemas.

Además de reducir las arrugas, este polímero también alivia síntomas de enfermedades cutáneas como la psoriasis o los eccemas.

En el estudio de este desarrollo se hicieron ensayos en humanos y vieron que al aplicar esta "segunda piel" sobre el lugar donde se forman las ojeras o arrugas, desprendía una fuerza compresiva constante que apretaba la piel durante al menos 24 horas. Y refiriéndose a la hidratación, también confirmaron que las personas que lo probaron tenían menos pérdidas de agua en comparación con otros productos.

Esperamos que esta aplicación pueda comercializarse en breve y que la ciencia siga con sus investigaciones para potenciar el sector y dar respuesta a las enfermedades relacionadas con la piel.

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