La Dirección General de Consumo de Andalucía, que forma parte de la Consejería de Salud y Familias de la Comunidad, ha recordado que los centros que cuentan entre sus servicios con las cabinas de bronceado, están obligados a informar a sus usuarios sobre los riesgos de someterse a estos tratamientos.

Con un énfasis especial en la prohibición de ofrecer estos servicios a menores, se insiste también en la necesidad de facilitar a los consumidores un documento de consentimiento en el que adicionalmente debe figurar información preventiva sobre la salud de la piel.

Los centros que cuentan entre sus servicios con las cabinas de bronceado están obligados a informar a sus usuarios sobre los riesgos de someterse a estos tratamientos.

De hecho, como mínimo debe obligarse a utilizar gafas protectoras e informar sobre los daños que puede provocar la exposición a las radiaciones que emiten estos dispositivos, sobre todo pensando en los grupos de riesgo más propensos a las insolaciones, como las personas con la piel muy blanca, los pacientes de cáncer o quienes tengan predisposición a padecer esta enfermedad.

El documento, según la DGCA, debe incorporar también información sobre los diferentes fototipos de piel, la duración máxima y distancia de exposición, y los intervalos recomendados entre sesiones.









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