Se ha convertido en una de las gurús de la nutrición y de los consejos rápidos y fáciles, y con cabeza, mucha cabeza a la hora de conseguir mantener la báscula a raya. Se trata de la doctora Paula Rosso, especialista en Nutrición y Medicina Estética del Centro Médico Lajo Plaza.
Es en esta ocasión una reveladora clave la que trae hasta nosotros. La que hace reducir en 500 calorías nuestra ingesta diaria de una manera muy sencilla y que supone el paso adelante para no obsesionarnos más con el peso y la grasa. Una guía de 10 trucos que cualquier nutricionista debería tener a mano para aconsejar a su cliente.

Toma nota, 10 pasos, 10 que ten mantendrán contento

1) Versión Integral. Apostar por los carbohidratos integrales: pasta, pan y arroz... La diferencia calórica no es demasiado significativa, pero comeremos menos cantidad porque sacian más dado que su proceso digestivo es más lento.

2) La merienda "Zero". Mezclar gelatina dietética, que tiene solo 12 calorías por sobre (después de añadir el vaso de agua caliente) con un yogurt desnatado. Podemos también añadir frutas cortadas. Total de calorías: menos de 100, con todo el aporte de proteínas de la gelatina y las vitaminas de las frutas.

3) Vade Retro procesados. Y no solo por su elevado aporte calórico. Los alimentos procesados o refinados hacen que el organismo se acidifique provocando cansancio, infecciones, malestar estomacal...

4) Mejor en crudo. Cada cucharada de aceite tiene 108 calorías. ¿Utilizamos solo una al cocinar? Nos sumamos a la tendencia 'raw'. Además del ahorro calórico, los alimentos crudos son más difíciles de digerir y hacen trabajar extra al aparato digestivo.

5) Refrescos y alcohol, que sean 'Sin'. Tintos de verano 0 calorías y 0 alcohol, haberlos, hay. La cerveza sin también tiene menos de la mitad de calorías que la convencional. Cero es también el aporte calórico de los refrescos 0, pero si el problema son los gases y la hinchazón, lo idóneo es optar por bebidas sin burbujas en su versión light.

6) Light, con reservas. Por definición, un producto light es aquel que contiene como mínimo un 30% menos de calorías que su versión “normal”. Sin embargo, pueden contener azúcares y añadidos nada saludables. Además, se corre el riesgo de comer más cantidad de ellos creyéndonos a salvo de engordar.

7) El pan, sólo a primera hora. La mañana es el mejor momento para poder incorporar hidratos como el pan que aportan energía durante un tiempo prolongado, pero es fundamental eliminarlo en cualquier otro momento del día. Prescindir de él en la comida y en la cena nos permite ahorrar hasta 300 calorías.

8) Frutas a evitar, las hay. Las que tengan mayor aporte de azúcar (uva, plátano, papaya, mango...). Salvo que se haga ejercicio por la tarde (se puede comer una fruta antes) es mejor reservar las frutas a las primeras horas del día. ¿Las menos calóricas? Pera, mandarina, fresa, melón, sandía, manzana y kiwi.

9) La cantidad justa. Comer en plato de postre es mágico. Mejor, no llevar la fuente a la mesa e intentar cocinar para que no sobre nada. ¿Cuántas veces repetimos simplemente porque ha sobrado? Las raciones mini, que son más que suficientes, nos permiten consumir hasta un 30% menos de calorías de cada plato.

10 Adelántate a la situación. Si se va a tomar algo fuera de casa, mejor que el camarero no traiga patatas con la bebida o que el filete venga con verduras. Pedirlo de modo previo es lo mejor.









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