"Sin trabajo no se obtiene descanso, como sin lucha no se consigue la victoria".
Tomás de Kempis, canónigo agustino del siglo XV (1380-1471).

Vacaciones, ¿sí o no? Sin duda es la cuestión que se plantean buena parte de los profesionales de la peluquería durante el periodo estival. Este varía entre los meses de julio, agosto y buena parte de septiembre. Cerrar o no por vacaciones debe ser una de las decisiones más meditadas por parte de los propietarios del negocio.

Cerca de dos tercios del total de las peluquerías de nuestro país -uno por cada 900 habitantes- son low cost y modernas, según datos facilitados por Stanpa. Entre las primeras destaca el autoempleo y las peluquerías étnicas; las segundas suelen ofrecer servicios variados a precios muy ajustados, con bajo margen comercial. En ambos casos, es muy probable que cerrar la peluquería por vacaciones sea una decisión difícil. Aun así, se puede organizar un timing que permita rotar el equipo sin bajar la persiana.

Si optamos por abrir el negocio, debemos aprovechar las oportunidades que nos brinde semejante decisión. Por ejemplo, captar nuevos clientes en nuestra zona de influencia. Lanzar nuevas campañas promocionales -descuentos, bonos por sesiones, etc.- que nos permitan atraer clientela potencial y fidelizar la habitual. Y sobre todo, dar a conocer los nuevos horarios mediante carteles colocados dentro del local y a través de la página web, las redes sociales y el envío de mensajes SMS, email, etc.

Sea cuál fuere la opción elegida, un periodo de descanso ayuda a cargar pilas y hacer frente a todo reto que se presente. Por nuestra parte, el equipo de Beauty Market regresará con nuevos contenidos para los profesionales de la peluquería y la estética el próximo 21 de agosto. Feliz verano a todos.

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