Ya desde pequeña, con cuatro años, Antonieta Agustí peinaba con las manos el cabello de su padre.
Seis décadas después, Antonieta Agustí ha abierto cinco peluquerías y dos institutos de formación y ha cofundado l’Associació de Dones Empresàries i Emprendedores, entre otros logros. Ahora, el Ayuntamiento de Torredembarra, por iniciativa del Arxiu Municipal, ha inaugurado una exposición fotográfica de su vida donde se repasa la trayectoria de esta pionera de la peluquería de lujo.

Todo comenzó cuando la familia Agustí tuvo que abandonar Torredembarra para instalarse en Madrid. Allí, un tío suyo le consiguió un trabajo de botones en una peluquería de lujo en la Gran Vía, donde un peluquero francés llamado Edouard peinaba a la aristocracia de Madrid, y donde ella comenzó a aprender la profesión.

La familia regresó a Torredembarra poco tiempo después, pero Antonieta decidió que en el futuro imitaría la peluquería de su mentor francés. Y lo haría. Por entonces tenía 14 años y una idea clara.
Sin renunciar a su vocación, Antonieta Agustí comenzó peinando a sus compañeras y a sus vecinas. Así fue aprendiendo el oficio y ganando en reputación.

En 1961 abrió un local en la Plaça de la Vila. Tenía la misma estructura que el que había visto en Madrid: en la planta baja la perfumería y arriba la peluquería. Más tarde, contaría con tres peluquerías en Tarragona y dos en Torredembarra, las primeras de lujo de la provincia.

En 1969 entró en el Gremio de peluqueros de Barcelona, participando en campeonatos del sector. Para ella, en esos concursos es donde más aprendió. Ya en 1970 ganó el Campeonato Provincial de Peinados Femeninos y Primer Premio Barcelona-Valencia.

En 1974 fue admitida en la institución de alta peluquería Haute Coiffure Française en París. La Maison organizó su primer congreso mundial en 1978, en Mónaco, y Agustí fue invitada a la cena de gala a la que asistió también Grace Kelly. También viajó a Londres para conocer la técnica inglesa, menos artística que la francesa pero más pulida. Como consideraba tan importante la formación, fundó dos institutos para enseñar el oficio a las futuras peluqueras, el primero en 1989 y el segundo en 1998.

Antonieta Agustí considera que su primera peluquería fue la que instaló en el tercer piso de la calle Muralla de Torredembarra, la que era su casa. Hacía el lavado de pelo de sus clientas en la cocina, y luego las arreglaba en el comedor.

Cuando más disfrutaba Antonieta del oficio era en los escenarios, en el proceso de creación de un desfile. También cuando llegaba una clienta y le decía "¡hazme lo que quieras!". Ahí es donde daba rienda suelta a su imaginación.

Todo ese esfuerzo ha quedado retratado en las 2.731 fotografías que dejó en manos del Arxiu Municipal y que se exponen en el Ayuntamiento de Torredembarra. La peluquera de Torredembarra comenta que, "si naciera de nuevo, volvería a hacer lo mismo, con todo lo que comporta: lucha, sacrificio, éxitos… Y también fracasos, que rebajan el ego y aleccionan".









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