"Son dos las opciones básicas: aceptar las condiciones como existen o aceptar la responsabilidad de modificarlas".
Denis Waitley, famoso orador motivacional estadounidense, escritor y consultor (1933). ​

Según los últimos datos de consumo previos a la crisis del coronavirus, en lo que más invertimos los españoles a la hora de adquirir cosméticos es en protección de la piel (28%) en sentido amplio: desde la hidratación, al cuidado antiedad, pasando por la protección solar, piel y cabello y también en geles, champús e higiene dental (Informe Stanpa). Y no solo eso, destaca también nuestra confianza en el consejo profesional y el canal selectivo. Algo sin duda reseñable y que se ha puesto de manifiesto y se ha visto reforzado aún más durante el confinamiento, a lo largo del cual el consumidor ha buscado el consejo experto como salvaguarda de su belleza.

Llega el verano. Un verano distinto pero que apunta y lucha por la normalidad. Tras disfrutar del primer y previsible aluvión de clientes finalizado el confinamiento, las peluquerías y como era previsible, experimentan un descenso en el flujo de clientes que se acerca cada vez más al número de visitas previa al colapso del sistema sanitario por la Covid-19. Es hora de concentrar la atención en el ticket medio. Los solares son el filón y entre ellos, un básico de temporada, el espray de protección capilar que acompañará a nuestro cliente y clienta en sus escapadas de verano.

En el momento actual, más que nunca, ser prescriptor es tarea primordial de los profesionales peluqueros y peluqueras. Teniendo claro además que hoy por hoy, triunfa lo natural, biodegradable y respetuoso con el medio ambiente. Siendo conscientes de que no solo podemos vender el protector solar en el salón, sino también, a través de nuestra propia tienda on-line.

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