Los cosméticos en general, han sido durante mucho tiempo productos acumuladores de numerosas sustancias perjudiciales para el medio ambiente.

Existen champús que contienen una alta cantidad de esferas de microplástico y/o usan aceite de palma, ambos productos altamente nocivos para nuestro medio ambiente.

Ahora ya se sabe que los champús, sobre todo los acondicionadores y suavizantes, así como los cosméticos en general, han sido un pozo de sustancias químicas nocivas para el planeta e incluso, tal como se ha ido descubriendo, para nuestra salud de un modo directo. Por ello cada día salen al mercado más productos cosméticos sin derivados de petróleo, sin siliconas, incluso sin parabenes. Pero siguen conteniendo, microplásticos, nanopartículas e incluso una baja cantidad (permitida) de formaldehido, que además al ser el mínimo permitido no es necesario ponerlo en la etiqueta de ingredientes.

Aunque los parabenos se usen en cantidades bajas e inocuas en nuestros champús, su baja biodegradabilidad provoca que se acumulen en el medio y puedan alterar la fisiología de la fauna.

Las siliconas y los parabenos, ambos productos derivados del petróleo, siguen presentes en los champús por su capacidad humectante y conservadora de la hidratación del cabello, a la vez que lo engrasan y suavizan, haciéndolo más manejable.

No obstante tienen dos importantes inconvenientes. El primero es que como derivados del petróleo, son muy poco o nada biodegradables, por lo que terminan contaminando acuíferos, ríos y mares. En el caso de las siliconas no solubles en agua, acaban formando capas hidrófobas que se pueden pegar a la piel de los animales impidiendo la transpiración.

El segundo inconveniente se viene a sumar al primero, ya que en concreto los parabenos actúan como disruptores endocrinos, es decir que pueden intervenir en la regulación hormonal de los animales al tener una estructura muy parecida a la de algunas hormonas. Por lo tanto, aunque los parabenos se usen en cantidades bajas e inocuas en nuestros champús, su baja biodegradabilidad provoca que se acumulen en el medio y puedan alterar la fisiología de la fauna. Estos dos motivos hacen de siliconas y parabenos dos compuestos muy poco ecológicos.

Instagram: @ladymixtura

¿Cómo puede ser una persona consecuente con el medio y a la vez mantener un cabello "sano"?

Desde la Red Internacional de Peluquerías Saludables y Sostenibles "defendemos los productos de cosmética sin derivados de petróleo, siliconas, sulfatos ni parabenos. Sin embargo hay todavía mucho green washing en la cosmética actual, y un producto con aromas químicos, perfumes o el mínimo de formaldehido como conservante, aunque no lleve las sustancias antes nombradas sigue siendo un producto que irá a parar a ríos y mares desde los desagües de los hogares y salones de belleza, por mucho bote o botella de plástico reciclado, de PLA o de cristal.

Existe actualmente y desde el año 2017 la cosmética 100% vegetal De Tierra y Agua Biocosmética, que es la otra opción para las personas que desean cuidar su cabello y tratarlo sin necesidad de ensuciar el Medio Ambiente, hoy hemos pensado que era un día para proponérselo a los profesionales de peluquería, pasarse al lado verde de un salón saludable y sostenible tiene más ventajas que inconvenientes:

» Por la salud del profesional.
Está demostrado y así lo verifican las entrevistas realizadas a profesionales que ya utilizan esta cosmética vegetal en sus salones que han disminuido las bajas laborales, que introducir cosmética vegetal recae en menos gargantas irritadas o dolor de cabeza el fin de semana, entre otras cosas (ver gráfico).

» Por el cabello y la salud de su cliente y sus descendientes.
El cabello mejora considerablemente, igual que el cuero cabelludo que se vuelve sano, sin caspa ni grasa excesiva, y gana en brillo y volumen, las clientes ven mejorar su cabello y su crecimiento mes a mes hasta obtenerlo natural (ver gráfico). La salud porque no hay tóxicos en su cuero cabelludo, y por lo tanto por él solo entrarán los beneficios y propiedades de las plantas y frutas. Como decía Paracelso: “Que todo lo que pongas en tu piel, puedas ingerirlo”.

» Por el Planeta.
Al optar por cosméticos 100% vegetales, se promueve la sostenibilidad al evitar la explotación de recursos ambientales animales y reducir el impacto negativo en los ecosistemas. Además, De Tierra y Agua Biocosmética es una marca de cosmética vegetal comprometida con prácticas de producción sostenible, como el uso de envases reciclables y sin plástico, la no utilización de agua en su fabricación y la reducción de residuos. Desde los desagües solo salen plantas, frutas y agua.

En un lavado de cabeza suelen gastarse unos 22,7 litros de agua, con el Champú vegetal en polvo se ahorra un 80% de agua en cada lavado.

Ilustración 1: una forma diferente y sostenible de lavar el cabello.
Fotografía: DeTierra y Agua Biocosmética.
Encuesta para peluquerías OrgánicoVegetales.
Web: www.saludablesysostenibles.com Instagram: @movimientosys









Recomendamos