"El que no vive para servir,
no sirve para vivir.
La revolución del amor
comienza con una sonrisa".
Madre Teresa de Calcuta, monja católica que fundó
la congregación de las Misioneras de la Caridad en Calcuta.
Hace tan solo unos días, el 3 de junio, nos dejaba una de las personas que más han influido en una parte de la industria del sector de la peluquería en España, con su incidencia incluso fuera de nuestras fronteras. Nos referimos al siempre sonriente Narcís Oriol Quintana, que fundó la empresa Industrias Oriol y que hoy ya cuenta magníficamente con la segunda y tercera generación.
Narcís Oriol, nacido en 1927, fue de la denominada generación de entreguerras y muy posiblemente se le podría asignar, por su forma de ser, de la generación silenciosa. Conocida como la generación de los niños de la guerra o la generación del sacrificio. Son aquellos que vivieron la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Civil Española. Como diría Joan Manuel Serrat: "...De una generación que con la miel hace un panal, y le saca jugo al sol y al vendaval...".
Esta promoción de personas que padecieron esas condiciones tan adversas, fueron capaces de darle la vuelta a la realidad y crear riqueza donde no había, crear trabajo y empuje a sus empresas y trabajadores, y formar una familia, transformando positivamente su entorno. Incluso ya con 75 años, puso rumbo a Argentina y montó allí su nueva empresa. "Para competir con los chinos", nos decía en su momento, y para "...poder aprovechar el cambio de máquinas..." que habían realizado en España y de las que no estaba dispuesto a deshacerse.
Desde aquí nuestro más sincera fascinación, respeto y precioso recuerdo por su persona, a la que, no podría ser de otra forma, reconocimos su figura en la primera edición de los congresos Beauty Contact Cataluña.
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