Actrices del Hollywood clásico como Deborah Kerr, Rhonda Fleming, Arlene Dahl, Susan Hayward o Maureen O'Hara popularizaron un tipo de mujer fuerte, llena de magnetismo y sensualidad, provista de una encendida melena roja que las hacía diferentes e inconfundibles. Hoy en día, ese look y legado lo ocupan estrellas como Tilda Swinton, Christina Hendricks, Jessica Chastain, Emma Stone o Julianne Moore, todas ellas muy diferentes. Sin embargo, no todas las pelirrojas son iguales. Tono de piel y color del cabello forman un dúo inseparable, algo que sostiene David Lesur, director de formación de los salones David Künzle en Madrid.

Menos del 2% de la población mundial es pelirroja, por ello estas personas suelen llamar la atención entre la multitud. Se relaciona este color de cabello con personalidades temperamentales, pasionales, tanto si lucen un rojo rubí o un rubio cobrizo. El caso es que cada vez son más las mujeres que acuden a su estilista para probar un cambio sutil o un tono rojo más vivo. Por ello, es necesario tener en cuenta el grado más favorecedor según el tono de piel.

Desde rojos jengibre, a tonos canela, castaños y metálicos

Los tonos jengibre o canela como el de la actriz Christina Hendricks se ven mejor en pieles más claras: "Para mantener este color debe existir un equilibrio de cobre y oro en el cabello, evitando cualquier naranja abrasivo. Para que dure, hay que usar un champú suave y acondicionador, productos a ser posible sin sulfatos", recomienda Lesur. Este año es tendencia el rojo castaño o Auburn, recomendado para mujeres de tez neutra o clara. El Auburn hace posible que una morena natural se pase a un cálido toffee que, en ocasiones, requiera una técnica de balayage. Para pieles rosadas, el peluquero aconseja tonos neutros medios como los que puede proporcionar un rojo metalizado, con el que se puede atrever, sobre todo, las rubias.

Un ejemplo es la actriz Isla Fisher, quien podría experimentar con un tono metálico rosa y sombras albaricoque, una combinación estupenda en ese tipo de piel. "Si queremos que dure, recomiendo un champú seguro para el color y enjuagar después con agua fría, pues la caliente hace que la decoloración sea más rápida", recalca Lesur.

Finalmente, los tonos escarlata más brillantes, audaces y artificiales quedan perfectos en tonos de piel de medios a profundos, un efecto demasiado encendido si se tiene la piel clara: "En general, este rojo situado en el lado más frío de la paleta, requiere mucho más mantenimiento que el resto. Por eso, aunque sea moda, se suele llevar durante poco tiempo. Por el contrario, cuando la piel es más oscura se recomienda optar por un caoba en lugar de un rojo anaranjado, sin duda más favorecedor en una mujer de piel clara", concluye.









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