Si tu clienta busca un cambio de look sutil pero impactante, los tonos marrones son la apuesta ganadora. Desde los castaños más profundos hasta los reflejos cálidos en avellana o canela, esta gama cromática realza el brillo natural del cabello y aporta un aire sofisticado sin esfuerzo.

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Los castaños y marrones deben destacar por su luminosidad, transmitiendo fuerza y carácter. "Los tonos oscuros dentro de la amplia gama cromática aportan poder y magnetismo a la imagen. No se llevan de manera uniforme, sino con matices estratégicos. Aplicamos técnicas como balayage con efecto raíz, combinadas con money piece o babylights cerca del rostro para un resultado más dinámico y personalizado", asegura Christian Ríos, director de Salón Christian Ríos Hair Couture (Vilanova i la Geltrú - Barcelona).

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Una forma de enriquecer el cabello y potenciar su profundidad es jugar con tonos contrastados. No es necesario recurrir siempre a los rubios: los reflejos cobrizos, avellana, visón o canela son perfectos para añadir dimensión. "Cuanta más variedad cromática tenga una melena, más matices y efectos de luz lograremos. Esto hace que el resultado sea más atractivo y adaptable a cada persona. Es clave considerar el tipo de cabello, la personalidad, el tono de piel y el color de ojos. Además, estos tonos cuidan la fibra capilar y son más fáciles de mantener", comenta el equipo de Antonio Eloy Escuela Profesional (Málaga).

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Este año, los marrones buscan profundidad y sofisticación con reflejos más claros dentro de la misma gama y destellos cobrizos, logrando el efecto bronceado en tonos cálidos. "El satin brown o marrón satinado es una tonalidad jugosa que juega con distintas intensidades. Para quienes desean un look aún más impactante, el negro se combina con reflejos marrones sutiles, aportando movimiento y ligereza", afirma ​ Adrián Pardo, director de Adrián Pardo Hair Studio (Málaga).

Según Conchi Arias, experta en rizos y creadora de la marca CCH by Campos Curlyhair, los tonos marrones son una opción ideal para quienes buscan realzar la textura y profundidad de su melena sin comprometer su salud. “Entre los más favorecedores, destaco el 'bronce ahumado' por su elegancia y calidez, así como el 'marrón seta', un tono frío con matices grisáceos que aporta sofisticación”. Además, Arias recomienda técnicas como el 'melting', que fusiona los colores de raíz a puntas, creando un efecto natural y de bajo mantenimiento, ideal para disimular canas y aportar luminosidad. Su consejo es optar por marrones con matices dorados o cobrizos, ya que no requieren un aclarado agresivo, ayudando a preservar la estructura del rizo y su vitalidad.

Este es el año de los tonos marrones en todas sus versiones, desde los más profundos hasta los más cálidos y luminosos. La clave está en personalizar el color y jugar con reflejos estratégicos para un acabado moderno y favorecedor.









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