"Intenta no volverte un hombre de éxito,
sino volverte un hombre de valor"
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Albert Einstein. Físico alemán (1879-1955).


Una parte de la élite de la peluquería fue convocada, hace algo más de una semana, con el motivo de la XVII entrega de premios de la asociación Intercoiffure España a personas que destacan en su ámbito profesional. Un acto que agrupó a unas doscientas personalidades del sector, prensa y a sus premiados, en el prestigioso marco del Hotel Palace de la capital de España.

Con un decálogo modélico, Intercoiffure lleva a cabo esta entrega de 'Estrellas' de forma periódica, con el propósito de transmitir a la sociedad la mejor imagen profesional y humana de cada uno de los premiados.
Desde escritores a deportistas, actores, científicos, modelos y asiduos del papel rosa couché, son algunos de los seleccionados. Observando a los premiados y a los que hacen la entrega del reconocimiento, sin querer uno no puede dejar de relacionar la proyección de la personalidad de cada peluquero con su galardonado. La apariencia en el mundo del espectáculo, el glamour de las pasarelas, el rigor y el trabajo en el equipo de la natación sincronizada, el tesón de una cátedra universitaria, son de alguna forma lo que define también la filosofía de trabajo de cada profesional en su negocio.

Como decía el gran maestro Alberto Cebado, sólo me queda una elucubración. ¿Porqué una asociación con tales principios o parecidos no tiene una mayor influencia en la profesión?

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