En 2024, la belleza recuperó su esplendor con un aumento del gasto del 9%, impulsado por los menores de 25 años, cuyo consumo creció un 12%. Los salones e institutos de belleza también repuntaron, con un incremento del 4%.
Fuerte recuperación del consumo
Con 20 millones de tarjetas de pago en circulación, el grupo BPCE lanzó un observatorio de tendencias de consumo. En 2024, el consumo se reactivó con un crecimiento del 3,3%, impulsado por un aumento real de las compras y no solo por la inflación, como ocurrió en 2023.
El comercio electrónico lideró el crecimiento con un avance del 7,4%, mientras que las tiendas físicas registraron un modesto +1,7%. Como efecto de recuperación, fueron los mayores de 55 años quienes impulsaron esta reactivación digital.
Aunque el gasto promedio en peluquerías e institutos de belleza se mantuvo estable en 45 euros, los mayores de 55 años retomaron sus gastos con un incremento del 6%, alcanzando un ticket medio de 50 euros. En el caso de las mujeres, quienes representaron dos tercios de la clientela, el gasto promedio fue de 54 euros, mientras que los hombres gastaron en promedio 29 euros.
Menos gasto en alimentación, más en ocio
El gasto en alimentación se mantuvo estancado, mientras que las compras en tiendas de descuento no alimentarias crecieron un 8%, impulsadas por los consumidores con mayor poder adquisitivo, que aumentaron su gasto en estos comercios en un 14% durante 2024. En las tiendas físicas, dos tercios de los pagos ya se realizaban sin contacto, y uno de cada seis se efectuó con el móvil.
El ocio lideró el crecimiento del consumo: los videojuegos aumentaron un 12%, el streaming de música un 15% y el streaming de video un 9%. El gasto en turismo también creció un 7%, con un auge de los viajes internacionales, generalmente a destinos cercanos, con un enfoque cultural o de exploración.
Las tiendas de productos ecológicos volvieron a recuperar terreno con un crecimiento del 3%.
Una noticia menos alentadora fue el auge de la fast fashion, que nunca había estado tan fuerte, con un aumento del 20%. Y no solo entre los jóvenes, ya que los mayores de 55 años incrementaron su gasto en este segmento un 27%. Al mismo tiempo, crecieron las compras de segunda mano, las ventas privadas y las donaciones.