Las medidas que garanticen la realización de los servicios de peluquería y estética en las condiciones adecuadas de higiene y seguridad siempre han sido, antes, y ahora más, uno de los aspectos que más confianza generan y van a generar en los clientes de peluquerías y centros de belleza y, por tanto, clave en su fidelización.

Ni que decir tiene que, en los tiempos que corren, este factor cobra una relevancia vital.

OMAT (Organización Mundial de Artes y Técnicas) es un organismo con más de 30 años de experiencia en los sectores de la peluquería y la estética, que hace de puente entre los centros de formación y los profesionales. Este nexo de unión entre los dos ámbitos, coloca a la entidad en situación privilegiada y le convierten en experta conocedora de las dinámicas que rigen el sector y los cambios que se producen en el mismo.

Las grandes crisis son siempre fuentes de grandes oportunidades. Y de ésta surge la posibilidad de replantearse cómo se estaban haciendo las cosas antes y qué se puede hacer ahora para mejorar y generar confianza en los usuarios.

Hay aspectos que pueden ser subjetivos para los consumidores, unos valorarán más unas cuestiones y otros otras. Sin embargo, tal y como ha comprobado desde siempre y afirma OMAT, el estricto cumplimiento de los protocolos adecuados en lo relativo a su salud en peluquerías y centros de estética, es fundamental.

Los clientes exigirán más tras el Covid-19

Algo está cambiando en la mente de los consumidores. Debido a la pandemia mundial que estamos viviendo, la sociedad está percibiendo la importancia de reforzar las medidas de higiene en todos los aspectos del día a día.

"Si quieren que los clientes los perciban como un lugar seguro al que acudir, en el que prima la calidad del servicio, habrá que extremar las medidas de seguridad e higiene en los salones de peluquería y estética", apunta OMAT.

Cuando acabe esta crisis sanitaria, además de la higiene y seguridad, otro aspecto a tener en cuenta va a ser la visibilidad de estas medidas en los tratamientos capilares, faciales y corporales. Los clientes no solo van a querer percibir que en su peluquería o centro de estética cumplen con los requisitos de limpieza adecuados, si no que seguramente exigirán visualizar también estos procesos.

Debido a la pandemia mundial que estamos viviendo, la sociedad está percibiendo la importancia de reforzar las medidas de higiene en todos los aspectos del día a día.

Las grandes crisis son siempre fuentes de grandes oportunidades. Y de ésta surge la posibilidad de replantearse cómo se estaban haciendo las cosas antes y qué se puede hacer ahora para mejorar y generar confianza en los usuarios.

¿Qué medidas de higiene y seguridad estaba yo tomando en mi salón? ¿Qué puedo hacer para que mis clientes sientan que están en un lugar seguro en el que se les ofrece un servicio de calidad? Estas son algunas de las preguntas que deben hacerse los profesionales de peluquería y estética si quieren superar con éxito los tiempos que vendrán después de la crisis del Covid-19.

A todo esto se suman los posibles cambios en la normativa a nivel sanitario que puedan ser de aplicación en el ámbito de estos establecimientos. Desde OMAT indican que "todavía es muy pronto para saber cuáles van a ser las directrices cuando esta complicada situación termine. Sin embargo, debemos ser conscientes de que habrá un antes y un después en todo: los aforos de los espacios, las medidas de protección, etc. Y el caso de los salones no va a ser una excepción. Más bien al contrario, teniendo en cuenta el tipo de tratamientos que se realizan. La salud va a primar por encima de todo y eso supondrá ser especialmente cuidadosos con los protocolos de seguridad e higiene y haberse preparado con anterioridad para cumplirlos como corresponde".









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