Todos sabemos que estar día a día cara al público, no es precisamente fácil, sino que en ocasiones resulta bastante difícil. Lidiar con los distintos tipos de clientes y sus necesidades requiere, como otras muchas situaciones en la vida, que conllevan relacionarse con las personas, y a menudo, grandes dosis de paciencia.

Por ello, "para que un salón de peluquería o un centro de estética tengan una buena atención al cliente es muy importante saber utilizar la inteligencia emocional. Los peluqueros(as) y esteticistas se convierten en psicólogos en muchas ocasiones". Así lo afirman desde OMAT, Entidad de Certificación, organismo con una trayectoria de más de 30 años en los sectores de la peluquería y la estética, que hace de puente entre los profesionales y los centros de formación.

Cómo aplicar la inteligencia emocional en tus relaciones con los clientes, por OMAT

Cuando hablamos de inteligencia emocional, lo hacemos sabiendo que incluye: reconocer, entender y gestionar las emociones y estados de ánimo tanto en nosotros mismos como en los clientes.

Explican desde OMAT (Organización Mundial de Artes y Técnicas) que "lo primero que debemos hacer es identificar nuestras propias emociones. Conociéndolas podremos saber mejor cómo se siente nuestro cliente en ese momento y cómo podemos darle un mejor servicio, facilitando el trabajo y maximizado su satisfacción".

"Un profesional enfocado a la excelencia en la atención al cliente no debe tomarse las críticas o quejas de éste como algo personal. Debe ser sumamente discreto, no empezar conversaciones ni invadir la privacidad de su cliente, así como controlar sus propias emociones para no trasladar, al cliente sus propios problemas en ningún momento. Se trata de satisfacer las expectativas del cliente de manera que quiera volver a tu salón una y otra vez", apuntan los expertos de esta organización, decana en experiencia y relación de las peluquerías y salones de belleza.

'Para que un salón de peluquería o un centro de estética tengan una buena atención al cliente es muy importante saber utilizar la inteligencia emocional. Los peluqueros y esteticistas se convierten en psicólogos en muchas ocasiones', afirman desde OMAT.

Otro punto importante a tener en cuenta es empatizar con los usuarios de nuestro salón, poniéndonos en su lugar. "Mediante la escucha activa y las señales de seguimiento de la conversación, percibirá el interés por ver cubiertas sus necesidades", explican.

En definitiva, es decisivo manejar las relaciones sociales. Dominar la comunicación en el medio elegido por los clientes (teléfono, escrito, presencial...), mostrando una actitud sincera de orientación y ayuda, es lo que consigue impactar en las emociones de los clientes e influir en sus decisiones.

Y tú, ¿trabajas la inteligencia emocional con tus usuarios? Recuerda que ofrecer una buena atención al cliente es fundamental para que tu negocio tenga éxito y siga creciendo.









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