"Si tú no construyes tu sueño,
alguien va a contratarte para
que le ayudes a construir el suyo".
Dhirubhai Ambani, magnate indio,
fundador de Reliance Industries
en Bombay (1932-2002).
En España, bares y peluquerías, uno en cada esquina. 50.000 salones, en concreto. Una peluquería por cada 900 habitantes. El doble que la media europea (22.300 peluquerías) y un significativo 25% más que en 2011.
Tras los primeros años de la crisis, que abocaron al cierre a miles, y la subida del IVA del 8 por ciento al 21, y que hizo lo mismo, de 2015 hasta ahora el número de salones ha crecido, aunque el ticket medio sigue sin generar los beneficios deseados. Y hay más, los expertos señalan que la peluquería de señoras de toda la vida, tal como la hemos concebido hasta el momento, desaparecerá con el tiempo.
De hecho, y frente al low cost y de modo paralelo, hemos vivido otro boom, el del resurgir de las barberías y el nacimiento de las barbers shop, junto a peluquerías ecológicas, por ejemplo, o salones altamente especializados, en medio de una impresión general de optimismo con respecto al futuro de los mercados y la industria para 2019.
A esta apuesta por la especialización se le denomina valor diferencial, el cual y según todas las pistas, será el pilar que sustente la supervivencia del sector.
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