Christophe Creux, con una base y conocimiento de la economía más que probado, ha dicho NO a la bajada del IVA al 10%, por la que claman los salones de peluquería franceses, al igual que ocurre aquí en España con la lucha y reivindicación de la bajada del mismo. El IVA soportado al 21% en nuestro país, concebida la peluquería como artículo de lujo, es la razón que esgrime la gran mayoría para sustentar pérdidas económicas de envergadura e incluso cierres masivos de establecimientos.

Pero, qué ocurre cuando alguien dice: "¡No!".

No, la subida del Iva no es la razón del descalabro del sector. E incluso, si este bajara podría ser contraproducente para los gerentes, dueños y profesionales de los salones.

¿Por qué?

Christophe Creux se rebela y está totalmente en contra de la bajada del IVA en el sector de la Imagen Personal.

Christophe Creux.

Lo primero que apunta, y para situarnos es que "el IVA no puede reducirse sin el acuerdo de Europa. El problema y la solución no están ahí", según declaraciones a Biblond. "Me sorprende que los sindicatos estén hablando de ello, esto es solo un argumento electoral".

A continuación declara: "La facturación de la peluquería en Francia es de 6 mil millones. Bajar el IVA al 10% es privar al Estado de 600 millones de euros. No veo por qué se debería pedir a los contribuyentes que salven a las empresas de peluquería. Porque es obvio, si el Estado se priva de estos 600 millones, tendrá que encontrarlos en otro lugar. ¡No es justo! Bajo el pretexto de que los peluqueros no saben aplicar las tarifas adecuadas".

Lo que nos coloca directamente en el segundo debate más intenso entre peluqueros: ¿bajo las tarifas, o las subo...?

Dignifica a la peluquería, hazte valer y tus servicios, también

Cuando, en realidad, de lo que se trata, sin debate innecesario, es de aplicar las tarifas correctas, nada más y nada menos.

"A 25 euros el lavado, corte y peinado (en España aún vemos ofertas más sorprendetes, 10 euros, 5 el corte) ¡no podemos trabajar!", exclama el experto. "Recuerdo una época en la que los precios subían 10 francos cada año sin que eso fuera un problema. Sin embargo, durante 20 años, nadie se atreve a aumentar sus precios mientras los cargos y los impuestos aumentan en paralelo. Muchos salones trabajan con pérdidas. Y esto no está mejorando con la crisis sanitaria. Hay demasiados salones y cada vez menos clientes...".

El IVA soportado al 21% en nuestro país, concebida la peluquería como artículo de lujo, es la razón que esgrime la gran mayoría para sustentar pérdidas económicas de envergadura e incluso cierres masivos de establecimientos.

Y los impuestos no dejan de subir, pero no solo para los peluqueros, sino para todos los ciudadanos. "Al final del año -augura Christophe Creux-, cuando se cuadren las cuentas y se produzcan las pérdidas, muchos salones cerrarán por no haber sabido aplicar correctamente sus tarifas".

Por supuesto, la pandemia ha derivado también en otras consecuencias, como el trabajo en negro, oculto o economía sumergida. Creux denuncia: "A esto deberían dedicarse los sindicatos, a perseguir la economía sumergida".

En esta tesitura, es fundamental no olvidarse nunca de que la peluquería es un oficio. Hay que valorar la calidad y el valor del trabajo en los salones. Quien reduce sus precios, le hace un flaco favor a la peluquería en su conjunto.

"Capacita a tus empleados para ofrecer excelentes servicios. ¿Consecuencia? No se avergüenzan de cobrar precios más altos. ¡La calidad está ahí! Contribuyendo además, a elevar la profesión".

Creux va más allá, considerando además que todos los gerentes y dueños de salones deberían educarse y hacer cursos de empresa que les ayudaran a tomar la decisión de subir sus precios y saber en qué medida y por qué.

¿Y tú qué opinas?









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