Más que un boom o una moda, los champús sólidos son cada vez más demandados por los increíbles beneficios y propiedades que aportan, además de por su reducido tamaño que los hacen más cómodos para viajar (sobre todo en el avión, al no ser líquidos) o llevar en el bolso. Tina Wilssems, cofundadora de la firma natural y ecológica Di Oleo, y María García, responsable de experiencia de cliente de la firma sevillana de champús Dalire, nos hablan de sus bondades, en especial cuánto son más naturales y libres de sulfatos, colorantes, parabenos o siliconas.

Basta el simple gesto de humedecer y frotar cualquier champú sólido entre nuestras manos para enamorarte de ellos, de su cremosa espuma y de la satisfactoria sensación que dejan. El cabello, también sale ganando, viéndose más brillante y suave: “Otra ventaja que tienen es que aguantan mucho tiempo, siempre y cuando los enjuaguemos bien antes de guardarlos y queden expuestos al aire libre hasta que sequen completamente. Entonces, ya podemos guardar en un jabonero cerrado o cajita”, nos dice María García, de la firma sevillana Dalire.

Champú sólido y natural de Dalire.

Esta empresa andaluza está especializada en la fabricación de champús sin sulfatos, entre los que por supuesto, también los hay sólidos: “Nuestro objetivo es cuidar el pelo, la raíz y el cuero cabelludo de la manera más saludable, con ingredientes naturales y sin plásticos ni tóxicos, respetando en todo momento el medio ambiente.

Concretamente, los champús sólidos gustan mucho por ser compactos y fáciles de transportar, pero también por su parecido a los jabones, con aromas y texturas muy interesantes. Nosotros los hacemos con macadamia, aloe vera, coco, aguacate y manteca de karité”.

Champús sólidos y naturales de Di Oleo.

También en Andalucía, la firma gaditana de cosmética Di Oleo elabora una amplia línea de champús sólidos que después se venden en cientos de tiendas eco, herbolarios o a través de su tienda online. Tina Wilssems es su cofundadora: “Todos ellos son naturales y cumplen funciones específicas, los tenemos anticaspa, fortalecedores, nutritivos, hidratantes y para cabellos secos, teñidos, rizados, grasos o delicados. Entre los ingredientes, triunfan los de semillas de chía y lino, sándalo, caléndula, romero y jengibre”.









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