"No dejes que vengan personas
sin que se marchen mejores y más felices".
Teresa de Calcuta, monja católica de origen albanés
(1910-1997).

Hace unos meses entrevistábamos a los integrantes del considerado mejor salón del mundo en la feria Mondial Coiffure Beauté: el Noguera Hair & Art Salon, situado en pleno ensanche barcelonés. Descubrimos un espacio multidisciplinar que conjugaba peluquería femenina y masculina, servicios de estética, así como exposición de obras de escultura, pintura y fotografía. El salón representaba la belleza en 360 grados. No solo en referencia a la imagen de la clientela, sino también al resto de elementos que envolvían al establecimiento. El Noguera Hair & Art Salon fusiona peluquería y arte, lo que supone un paso más allá en lo que se conoce como beauty experience.

Con la idea de magnificar esta experiencia de belleza, en lugar de ofrecer únicamente servicio, otros salones se reinventan como espacios con los que deleitar a la clientela. Locales donde, además de cortar, marcar, teñir u hacer unas mechas, se ofrecen ambientes relacionados con el arte, la moda, la cultura e incluso la restauración. Otro ejemplo: el madrileño salón de belleza de Isaac Salido. Un local de aire industrial donde, acompañado de numerosas obras de arte, se puede degustar una merienda, tomar un aperitivo o probar alguna de las recetas mallorquinas caseras de la familia del estilista. El local, provisto de librería-biblioteca, está ambientado con música ambiente de boleros y bossa nova. Todo está pensado para gozar de una experiencia sensorial única.

Desde hace algún tiempo, los salones tradicionales han dado paso a espacios multidisciplinares, donde se evocan sensaciones exclusivas de disfrute, relajación y bienestar. Si cuidar la imagen externa es importante, también lo es el cuidado y la belleza interior de las personas que desfilan por el local. Un nuevo concepto que empieza a calar hondo entre los consumidores, cada vez más exigentes, que se decantan por un plus que trascienda cualquier servicio de peluquería.

Desde productos corporales a bebidas o alimentos ecológicos. Son algunos de los servicios extra que se pueden hallar en las peluquerías más innovadoras. Locales partidarios del "renovarse o morir", adaptándose a las nuevas tendencias de mercado. Una consigna positiva y que contribuirá a dinamizar un activo sector que se reinventa con los tiempos.

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