"Simplemente, sigue nadando". Michael Rockafellow, nacido en San Luis, ciudad del estado de Misuri (Estados Unidos), lleva tatuada esta frase en el pecho. Muchos la reconoceréis: es de la película Buscando a Nemo. La frase se ha convertido en un lema para este estilista americano, quien nació con un solo brazo. Rockafellow nunca ha aceptado un no por respuesta, a pesar de los obstáculos con los que ha tropezado a lo largo de los últimos 25 años. Su discapacidad física no le ha impedido hacer realidad su sueño: ser peluquero. El camino para lograrlo no ha sido nada fácil.

El hecho de haber nacido con un solo brazo podría parecer una desventaja a la hora de dedicarse a la peluquería. De hecho, numerosos amigos y familiares estaban convencidos de que no podría hacer todo aquello que se propusiera. Y así se lo habían hecho saber. Sin embargo, Rockafellow no compartía la misma opinión: cuanto más difícil le era seguir un camino, más se esforzaba en ello. Semejante tenacidad daría sus frutos años después.

Abigail Culleton, el "ángel de la guarda" de Rockafellow

Rockafellow fue expulsado de cuatro escuelas de cosmética, antes de ser aceptado en la National Academy of Beauty Arts, de San Luis. Entonces conoció a la estilista Abigail Culleton, copropietaria del Boulevard Salon, ubicado en Webster Groves, quien se convirtió en su "ángel de la guarda en la Tierra". Rockafellow debe buena parte de su éxito a la estilista, quien le ayudó a pagar sus estudios, le compró ropa y le dio un trabajo finalizado su aprendizaje.

La discapacidad física de Michael Rockafellow no le ha impedido hacer realidad su sueño: ser peluquero.

Tras cumplir con las 3.000 horas de práctica requeridas, Rockafellow obtuvo su licencia para ejercer como estilista. En la actualidad, se ha incorporado a la plantilla del salón donde corta, da color e incluso hace permanentes con un solo brazo. Su pasión por el oficio sirve de inspiración a otros jóvenes que empiezan a dar sus primeros pasos en la peluquería.









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