"Todos los hombres nacen iguales,
pero es la última vez que lo son".
Abraham Lincoln, político y abogado estadounidense
que ejerció como decimosexto presidente de los
Estados Unidos de América (1809-1865).
Así lo ha hecho en Norteamérica, donde numerosos estados se unen al proyecto de ley aprobado en la Cámara de Representantes por el que se reconoce que las personas de ascendencia africana se han visto "rutinariamente" privadas de oportunidades educativas y laborales por su pelo.
El proyecto de ley se llama "CROWN" (Corona) y responde a las siglas en inglés "Creating a Respectful and Open World for Natural Hair" (Creando un mundo abierto y respetuoso para el cabello natural). Lo cual es a su vez también muy revelador. Dejando de lado la desigualdad entre razas para abarcar un término global, el de natural: 'cabello natural'.
El #curly, tendencia creciente en peluquería con sus métodos y productos propios, es más que nunca no solo una moda, sino el ejemplo de un mundo, que a pesar de los vaivenes a los que se ha visto sometido de unos años a esta parte, se enfoca en recuperarse sin perjudicar más, lo cual se extrapola a todas las industrias, incluida la belleza, ahora más que nunca a la búsqueda de la igualdad, la libertad y la fraternidad (el lema, ni más ni menos que de la Revolución Francesa).
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