"La vida es más bonita cuando
conoces al estilista correcto".
Peter Coppola, famoso estilista
propietario de Peter Coppola Keratin
Concept en Boca Ratón,
Florida, EE UU (1947). ​

La recuperación de los salones de peluquería y sus clientes, tras los encierros y la transformación digital acelerada por la pandemia, posee nuevos y reveladores 'codes'. El teletrabajo y el cerrojazo de los establecimientos dejaron a los hombres y las mujeres en casa y el cabello pasó a un segundo plano, lo que propició nuevas costumbres.

En este contexto, las mujeres maduras (las que más acuden a la peluquería), dejaron en un alto porcentaje sus canas al aire, libres de tinte y naturales. Lo que ha hecho que el ‘grey’, el gris, se haya convertido en el nuevo ‘oro’ de los salones y cosméticos capilares.

Asistimos a la proliferación (tal y como ha pasado también con el movimiento 'curly') de productos que dan brillo a las canas y eliminan el antiestético amarillo, potenciando el efecto plata. Es más, las decoloraciones y tintes de efecto gris están de moda. Tanto que referentes como Carolina de Mónaco lucen con orgullo sus canas y por supuesto, sientan cátedra. Así que, la industria, salones, fabricantes y distribuidores han de estar muy atentos y optimizar al máximo sus recursos y servicios para hacer del gris, entre otras corrientes, su dorado, impulsor de su negocio y conquistador de sus clientas.

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¿Vendes y/o utilizas cada vez más productos para cabellos grises?

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