"El consumidor, como se dice,
es el rey... Cada uno es un
votante que utiliza su dinero como
voto para obtener las cosas
que quiere".
Paul A. Samuelson, famoso economista
norteamericano (1915-2009). ​

Según un reciente estudio de Mintel, el reto inminente de la peluquería pasa por atender y hacerlo correctamente, siempre con la excelencia como guía, a las nuevas exigencias derivadas del cambio y la transformación de los gustos y la percepción de los consumidores. Todo ello, a causa y acentuado por la crisis sanitaria de la Covid-19.

El coronavirus ha roto algunos esquemas y reglas consideradas inamovibles hasta que decidió quedarse entre nosotros a modo de pandemia. Su propagación y peligro para la salud ha hecho concentrar la vista y los esfuerzos, precisamente en ésta, la salud y su preservación y mejora a todos los niveles. También, sí, en lo referido al pelo, su cuidado y tratamiento.

El futuro inmediato del cliente de peluquería y por lo tanto de los salones que los atienden pasa por que estos se conviertan en prescriptores y vigilantes, precisamente, de salud para el cabello. Para ello, el profesional ha de disponer a su vez del producto y la formación adecuada, el reto de la industria y las marcas de aquí a los próximos dos años, calcula Mintel.

El cuidado del cabello se ha convertido ya en el nuevo cuidado de la piel. El estilo de vida saludable y sostenible así lo obliga. El consumidor manda, y los agentes del sector, marcas y salones, han de saber adecuarse y anticiparse si de lo que se trata es de asegurar su permanencia.

Participa en nuestra encuesta:

¿Eres prescriptor(a) de la salud del cabello de tu cliente?

Recomendamos