Jim Shaw.

Cuando se trata de estilos icónicos, el quiff es un clásico atemporal. Audaz pero refinado, este peinado logra el equilibrio perfecto entre un aire desenfadado y un acabado impecable. Tanto si se busca un resultado moderno y con textura como un look más pulido y limpio, dominar el quiff consiste en comprender bien el corte, la técnica y los productos adecuados. A continuación, Jim Shaw comparte sus principales recomendaciones para conseguirlo.

» Consultar con el barbero.
Antes de decidirse por un quiff, es fundamental mantener una buena conversación con el barbero. Es un estilo complejo: su forma, altura y textura deben adaptarse a la forma del rostro, el tipo de cabello y el estilo personal de cada cliente. Aspectos como el patrón de crecimiento, la densidad capilar y el estilo de vida deben tenerse en cuenta a la hora de elegir el quiff más adecuado. Esa breve consulta garantiza que el corte resalte los rasgos y, al mismo tiempo, sea fácil de mantener en el día a día.

» Preparar bien el cabello.
Preparar el cabello antes de peinar el quiff es tan importante como el corte en sí. Este estilo se basa en el volumen, la forma y el control, y todo comienza con una buena preparación. El cabello limpio y secado con toalla es la base ideal. Se recomienda aplicar un producto de prepeinado ligero, como una espuma voluminizadora o un espray de sal marina, para aportar textura y fijación. Después, se debe utilizar un secador y un cepillo ventilado para levantar el cabello hacia arriba y hacia atrás. Así se crea la base y la dirección que el quiff necesita antes de aplicar el producto de acabado.

» Secado y moldeado.
El secado con secador es el momento en el que el quiff empieza realmente a tomar forma. La clave está en la dirección y la técnica. Lo ideal es comenzar secando desde la raíz, levantando el cabello hacia arriba y hacia atrás con un cepillo redondo para crear altura. Se aconseja concentrar el volumen en la parte frontal —la zona más destacada del quiff—, manteniendo los laterales más lisos y controlados para equilibrar el conjunto. Conviene usar una temperatura media para evitar daños y finalizar con aire frío para fijar la forma.

» Aplicar producto para fijar y definir.
Una vez que el quiff esté seco y con la forma deseada, llega el momento de fijarlo con el producto adecuado. El objetivo es aportar sujeción, textura y definición sin apelmazar el cabello. Las pomadas son una excelente opción para mantener el peinado en su sitio: basta con calentar una pequeña cantidad entre las palmas de las manos y repartirla de forma uniforme, empezando por la parte posterior y avanzando hacia el frente para evitar acumulación de producto. Con los dedos o un peine se puede definir la forma y la altura del quiff, y finalizar con un toque de laca si se desea una fijación extra. Con los productos y la técnica adecuados, este estilo se mantiene con un acabado pulido, estructurado y sin esfuerzo.









Recomendamos