Un grupo de científicos de la Universidad de Leeds han creado un tinte natural para el cabello a base de residuos de grosella negra procedentes de la producción de Ribena. Los tintes están fabricados a base de desechos de bayas (pieles sobrantes) procedentes del prensado realizado para extraer su jugo.

El Dr. Richard Blackburn asegura que las bayas "representan un suministro sostenible de materia prima debido a la cantidad de jugo de grosella negra que tomamos".

Y es que alrededor del 90% de la cosecha de grosella negra británica se utiliza para hacer la popular bebida de la marca Ribena, según el fabricante.

Los tintes, creados por un grupo de científicos de la Universidad de Leeds, están fabricados a base de desechos de bayas (pieles sobrantes) procedentes del prensado realizado para extraer su jugo.

El Dr. Blackburn, un químico de color, explicaba que la idea nació porque la universidad quería desarrollar alternativas biodegradables que minimizaran los riesgos potenciales para la salud de los tintes, debido a la creciente preocuopación sobre los colorantes convencionales.

Las pieles de grosella negra tienen altas concentraciones de antocianinas, pigmentos que dan color a muchas bayas, flores, frutas y verduras. En palabras del Dr. Blackburn: "No son tóxicos, son solubles en agua y son responsables de los colores rosa, rojo, violeta, azul o púrpura y se usan ampliamente como colorantes naturales en todo el mundo".

"Sabíamos que se unían fuertemente a las proteínas y el cabello es una proteína, así que pensamos que si pudiéramos encontrar una fuente que proporcionara estos colores naturales, podríamos teñir el cabello", decía el doctor.









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