Adrienne Anstonson, una artista americana, se ha hecho famosa por su colección de insectos realizados con cabello humano. Son pequeñas obras de arte de un realismo sorprendente creados únicamente de material capilar y pegamento.

La artista lleva tiempo presentando su colección en diferentes galerías americanas, pero ha sido gracias a Internet cuando su arte ha traspasado fronteras y se ha conocido en todo el mundo.

Adrienne, que reside en Seattle, describe su obra como ingeniosa, sostenible, meticulosa y bonita, y declara sentirse sorprendida de que su colección suscite por igual atracción y repulsión, tanto por el material escogido como por el tema representado, los insectos.
Sin embargo su arte no es transgresor, ya que según ella se basa en el reciclaje y la sostenibilidad. Por eso escogió el cabello como materia prima. Por eso, y porque desde pequeña se ha sentido fascinada por el pelo.

Los cabellos son donaciones de sus amigos, aunque, en un principio, los buscaba en peluquerías. Con cabellos teñidos y naturales, va combinando colores y formas que, al final del proceso artístico, sugiere las tonalidades y volúmenes de los insectos representados. Todo trabajado de una forma laboriosa y sin que ni un pelo quede fuera de lugar. Para las alas de los insectos utiliza el pelo canoso de una amiga de 90 años. Según la artista, su colorido plateado y su textura son ideales para dar esa sensación de realismo.

Para Adrienne, utilizar pelo de amigos cercanos o familiares hace que su obra sea intimista, ya que inspira una reflexión “basada en las relaciones y en la conectividad” . Gracias a ello, el artista conecta con sus materiales así como con aquellos que los donaron.

Algunos de sus insectos están a la venta. Aunque la gran mayoría son una replica real, también tiene otros que son fruto de su imaginación.

Adrienne Anstonson nació en 1982 en Gainesville, Florida. Estudió en la Universidad de Charleston, donde se especializó en Artes Plásticas. En 2005 crea su propia empresa de diseño. Actualmente vive en una pequeña isla cerca de Seattle, en un granja de alpacas, un animal rumiante procedente de los Andes. Además de sus creaciones artísiticas realizadas con pelo, goma y otros materiales reciclables, tiene una línea de ropa sostenible, Nube Seattle, y es editora de una revista de arte llamada Cielo Oscuro.

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