"El honor y el premio son los resortes para
que no se adormezca el espíritu del hombre".
Manuel Belgrano, abogado, intelectual, economista
y periodista argentino (1770-1820).
Tras 45 años en activo, los salones Pelegrín, situados en El Corte Inglés en Valencia, acaban de echar el cierre. Tras declararse insolvente, Marpel S.L., matriz de la marca, no ha podido hacer frente al concurso de proveedores en el que se hallaba inmersa. En consecuencia, la compañía se va a liquidar en breve. Las cuatro peluquerías ubicadas en Pintor Sorolla, Nuevo Centro, Hipercor y Avenida de Francia ya no prestarán más sus servicios en los famosos almacenes, ni en ningún otro lugar.
El abandono del negocio implicará el despido de toda la plantilla. La compañía ha presentado un ERE de extinción, en el marco del proceso de liquidación. Esta situación afectará a 55 empleados, quienes recibieron la notificación hace unos días, de forma repentina. Desde el pasado día 21 de abril, los trabajadores no pueden acceder a sus puestos de trabajo. Y El Corte Inglés se ha visto privado de servicio de peluquería femenina e infantil, al menos de forma momentánea.
Diversos agentes, vinculados a esta situación, han hecho públicas algunas reacciones. Desde El Corte Inglés se quejan del cierre de una enseña con más de 40 años alojada en sus almacenes, así como las molestias que suponen a las clientas. Desde Marpel han lamentado que la liquidación de acreedores haya puesto punto y final a su trayectoria. Y mientras, los trabajadores exigen que se les abone la nómina de marzo que se les adeuda. Es hora de hacer una reflexión. De analizar cómo una empresa con tanta solera ha llegado a este punto, incapaz, quizás, de hacer frente a la evolución cambiante del mercado. Las cosas han cambiado hoy en día, los negocios que funcionaban bien años atrás no tienen garantizada su supervivencia. Es importante que cualquier emprendedor inicie un negocio bajo esta perspectiva. Dormirse en los laureles no es bueno.
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