"Es gran virtud del hombre sereno
oír todo lo que censuran contra él,
para corregir lo que sea verdad y no
alterarse por lo que sea mentira".
Johann W. Goethe, escritor y científico
del Romanticismo alemán (1819-1880).
El papa Francisco ha pedido a los peluqueros mantenerse alejados de los chismes y no fomentarlos. Ante lo cual, el sector ha reaccionado.
El actual pontífice, Francisco, siempre ha clamado contra chismorreos y cotilleos en sus discursos e incluso ha llegado a decir que "los chismosos y chismosas son terroristas", lo que ha encendido más los ánimos de los profesionales del sector.
La pregunta es, ¿por qué el papa sigue teniendo esta imagen tan anacrónica del peluquero? Si Su Santidad la tiene, el resto de la sociedad, seguramente también. Queda claro que la peluquería ha de trabajar con ahínco en desterrar una idea del peluquero y la peluquería escasamente prestigiada en lo referido a su quehacer e integrantes. Asignatura pendiente que, visto lo visto, sigue siéndolo, por mucho que nos empeñemos en destacar lo que de bueno tiene la profesión, que es mucho, por supuesto.
Cabe apuntar y por otra parte, a modo de conclusión, que Borgoglio se ha equivocado con esto del chisme y del cotilleo en las peluquerías. Es como si dijéramos que la mayoría de los componentes de la Iglesia son pederastas. Imaginamos que a él tampoco le haría ninguna gracia, saliendo en su defensa y en contra de la idea.
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