Always White es una impresionante, a la vez que delicada propuesta y colección para y por las novias más bellas. Nacida del genio creativo de uno de los nombres más importantes actualmente de la industria da la peluquería en nuestro país, Raquel Saiz, que desde Torrelavega, Cantabría, proyecta en esta ocasión su visión 'bridal' para bodas inolvidables, donde la novia cobra aún mayor protagonismo si cabe, por ser etérea a la vez que real, deliciosa dicotomía. En Always White hay un toque vintage que enamora y encandila, arte y pura esencia, y armonía, una serena melodía que nace de ella, del equilibrio ente sencillez y exquisita opulencia, sin que se note, pero sí con la perentoria necesidad de ser mirada y admirada.

El arte existe en peluquería

Always White es la prueba fehaciente de que el arte existe en la peluquería. Y de que las novias tienen en ella a una de sus más fieles aliadas y consejeras. Raquel Saiz lo hace así posible y da pie y presenta un shooting que merece de estos y otros adjetivos, muchos y muy buenos, para lograr sintetizar lo que se siente al admirar sus propuestas. Con un retrato y ambientación en simbiosis, Always White se mimetiza con el paisaje. Las bodas al aire libre, en parajes que respiran absoluta frescura y en los que se siente el aire y el murmullo de las hojas que rozan, traídas y llevadas por las ramas de los árboles, son eje central. El objetivo perseguido, sublimar la esencia de las cosas, de las pequeñas cosas, de los detalles y destellos, de los novios enlazados y sujetos, puestos los pies sobre el suelo, abierto el hueco para enterrar la raíz, en la tierra, en el alrededor de entornos de romántica y románica arquitectura, y que a pesar de lo cual, oyen el retumbar profundo de los latidos, deseosos de alzar el vuelo.

Y es que en Always White hay mucho de poemas y poesía, de rimas brillantes y saltarinas. De relato fantástico prendido del cabello y el vestido. De sueño y epopeya, de otros mundos de fantasía hechos. Algo a lo que ya nos tiene acostumbrados Raquel, que en cada uno de sus trabajos proyecta este gusto por lo imposible, finalmente, posible; real, tan tangible que incluso y a veces, duele, de fuerte y múltiple, multisensorial.
Un paseo y sendero de campiñas y campos, y valles cántabros, rústicos y pedregosos, cincelados por musgo verde y que a golpe de hebra en todos los sentidos, es de tanto, magistral.

Bendita unión

Raquel no ha dudado y en Always White se ha unido a otra mujer de bandera, Alicia Rueda, diseñadora quien, como en "El tiempo entre costuras", creciera entre patrones y marcas de tiza a rayas cortas y pequeñas, a veces más largas, otrora solo señas. Ya su abuela y su madre lo hacían, confeccionar y entretejer, hilar para luego deshilar y volverlo a hacer... Cortar y coser y pegar y despegar, y modelar.
Alicia Rueda decide estuidar diseño de moda y patronaje y confección industrial, y así comienza una dilatada y exitosa trayectoria. Alicia, además, destaca por su uso de los materiales y descubrimiento de la femineidad, por la elegancia y comodidad de sus patrones, lo que convierte a sus vestidos en piezas de museo, con la marca de un sello personal que les distingue del resto. Muchos son quienes coinciden en que Alicia da forma a creaciones, que de tanto y tan bello, son atemporales. Sus vestidos son únicos y permanecen en el tiempo.

Afincada en Bilbao, donde está situada su tienda, en ella conviven las colecciones Pret-a-Porter y Pret-a-Couture, cóctel y ceremonia, donde tiene cabida la opción a modificar mangas, largos y accesorios según cada gusto, exigencia o necesidad, dando paso a mujeres y novias incomparables. En su Atelier todos los sueños son posibles y ello se debe a sus mágicos dedos y asombrosa intuición y mente maravillosa. Si a todo ello sumamos la elección de tejidos y brocados y los acabados artesaneles, las piezas nacidas de Alicia Rueda se consideran joyas de valor incalculable. Sin olvidar sus vestidos a medida para madrinas e invitadas especiales.

Así vistas, las dos, no podría ser de otra manera concebir y lanzar una colección de novias de tal categoría y belleza como lo es Always White, la apuesta de Raquel Saiz y Alicia Rueda por y para las novias más bellas.

Créditos Colección Always White:
Peluquería: Raquel Saiz
Maquillaje: Manuela Giménez
Fotógrafo: Esteban Roca
Vestuario: Alicia Rueda
Joyas: Tomás Pelayo
Modelos: Luzma Cabello, Laura Gómez y Silvia Sánchez.









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