"En cualquier momento de
decisión lo mejor es hacer lo correcto,
luego lo incorrecto, y lo peor es
no hacer nada".
Theodore Roosevelt, vigésimo sexto
Presidente de los Estados Unidos
(1858-1919).
Uno de los post más consultados de nuestro foro durante esta época es saber si abrimos el negocio hasta el límite de tiempo que nos permita la ley. Si hacemos bien en abrir lo máximo permitido y ofrecer así al cliente un mayor abanico de posibilidades horarias, o por el contrario debemos cumplir un horario normal como en cualquier otra época del año.
No siempre es fácil medir todas esas variables. Las circunstancias de cada negocio, de cada profesional, de cada lugar donde se encuentre nuestro establecimiento es distinta a la de otro empresario que se encuentre en otras condiciones. Si apuramos, y sobre todo en nuestro sector caracterizado por empresas pequeñas, deberíamos decir que las circunstancias personales de cada uno son únicas y, por qué no, también deben tenerse en cuenta. En el fondo, a pesar de lo que algunos quieran decir, las empresas existen porque hay personas detrás, y eso también debería ser determinante.
Está claro que decidir por una opción u otra nos ofrece ventajas y desventajas a sopesar. Ante esta situación quizás lo más interesante sea decidir con plena conciencia que no es posible tenerlo todo y que también es importante decidir aquello que más feliz nos haga y mejor se adapte las necesidades de cada uno de nosotros. Aquí no hay regla que valga, así que toda opción será válida si se toma con conciencia. ¡Dilema aclarado!
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